Los Libros de Julia. ¿Hoy qué leer?

CHICAS MUERTAS es una excelente crónica, casi de lectura obligatoria por su contenido, con una prosa que se disfruta en cada párrafo. Tres adolescentes de provincia asesinadas en los años ochenta, tres muertes ocurridas cuando todavía, en nuestro país, desconocíamos el término femicidio. “La muerte violenta de una persona joven, en una comunidad pequeña, siempre es una conmoción. La noticia del crimen de María Luisa Quevedo estuvo tratada, casi desde el principio, con pluma novelesca por la prensa local y…”.
LA GUERRA NO TIENE ROSTRO DE MUJER muestra una perspectiva de la guerra ignorada hasta el momento: la de las mujeres que combatieron en la segunda guerra mundial. Por primera vez cientos de ellas relatan en primera persona la parte no heroica de la guerra; hablan de la suciedad y del frío; del hambre y de la violencia sexual. Mujeres que fueron francotiradores o condujeron tanques de guerra. “Qué les ocurrió?, ¿Cómo las transformó?, ¿Cómo era aprender a matar?,...”
“En el ejército soviético hubo cerca de un millón de mujeres. Dominaban todas las especialidades militares, incluso las más “masculinas”; llegó a surgir cierto problema lingüístico: hasta entonces para las palabras “conductor de combate”, “infante o tirador” no existía el género femenino, puesto que nunca antes las mujeres se habían encargado de esas tares. El femenino de estas palabras nació allí mismo, en la guerra..” Testimonio de un historiador entrevistado por la autora.
Dos escritoras que escriben sobre mujeres desde una perspectiva tan humana que convierten a sus obras en testimonios y voz de los sin voz.
Selva Almada es también autora de Ladrilleros (2013), El viento que arrasa (2012), Una chica de provincia (2007). Sus novelas fueron traducidas al francés, el italiano y portugués.
Svetlana Alexièvich es una prestigiosa periodista, tiene una fructífera carrera literaria, recibió el premio Nobel de Literatura2015. En el año 2002 reescribió La guerra no tiene rostro de mujer para introducir los fragmentos suprimidos por la censura y material que no se había atrevido a incluir en la primera versión. En español publicó Voces de Chernòbil
EXISTEN las librerías, bibliotecas públicas, amigos que prestan libros, libros digitales para leer en cualquier dispositivo. Sobran libros, que no falten LECTORES.
Hasta la próxima. LEER NOS SALVA.