EL GRAN PROVOCADOR

Así se verá un libro titulado “Dalí Esencial: El gran provocador del siglo XX”. En ámbito del deporte se ha señalado como grandes provocadores a Mario Bolotelli jugador del Milán, al fotografiarse bien cerca de un escudo del Arsenal Inglés o a Guardiola dirigiendo al Barcelona de Messi.
Dentro del ámbito de la política se lo señaló a Macron presidente de Francia.
En la literatura a Nietzsche con su frase “Dios ha muerto”. En la Argentina al cineasta Mariano Llinas o al actor Fernando Peña.
A Chistopher Hitchens al decir que las “religiones son una promesa vacía de los totalitarismo”.
Un ícono del rock como Frank Zappa al señalar que “la política es el departamento de espectáculos de la industria”.
El argentino León Ferrari provocó fuertemente con su “Cristo crucificado en un misil”.
Y siguen al infinito, pues siempre los hubo y por suerte los seguirá habiendo.
Me llamó particularmente la atención lo dicho sobre el escritor Slajov Zizek filósofo, psicoanalista, crítico cultural, analista político, divulgador…y especialmente en cuanto a que “… nada de lo humano pareciera serle ajeno…”.
“El esloveno (esta es su nacionalidad) provoca a los académicos porque no encaja en sus formas y convenciones. Provoca a los políticos porque es incontrolable e imprevisible, porque es políticamente incorrecto en temas sensibles como la inmigración, el feminismo, el sexo o el populismo. Y también provoca a los activistas porque les dice “no actúen, piensen” y los enfrenta a una realidad incómoda y a veces dolorosa: la lucha bienintencionada no sirve –necesariamente– para nada. La energía sin estrategia se disipa. El poder acumulado en la movilización ciudadana que no se traduce en una transformación radical del Estado, capaz de quebrar y torcer una determinada correlación de fuerzas sociales, es susceptible de evaporarse bajo la intemperie de la autonomía de los movimientos populares” (fuente . Ignacio Kostzer internet).
Sirva esto de mera introducción. Vayamos al grano: ¿es Juan Carlos Gasparini un gran provocador ?. Debemos contestarnos que sin duda lo es.
Su vacunación contra el Covid 19, en el vacunatorio de nuestro pueblo, portando una foto del presidente de Rusia Vladimir Pútin lo demuestra cabalmente.
Mario Bunge ha dicho que una provocación es un “chispazo que puede o no prender fuego” y sí que lo prendió.
Su “provocación” fue levantada por todos los medios de prensa del mundo. No sólo argentinos como Página 12 o Clarín en su tapa. Entrevistas en TV como el de Mauro Viale en América 24 o por distintas radios.
Periodistas de la derecha vernácula lo criticaron por “banalizar” la pandemia o revindicar un “líder” como Putín cuestionado por muchos países de occidente.
En la obra de un marxista del mayo francés, Guy Debord, que se llama "La sociedad del espectáculo", se puede leer: "Toda la vida en las sociedades donde rigen las condiciones modernas de producción se manifiesta como una inmensa acumulación de espectáculos. Todo lo que antes se vivía directamente, se aleja ahora en una representación”.
Guy denominaba como el método del “desvío”, a una manera de trazar una dirección diferente a la que la sociedad nos tiene acostumbrados.
EL “Gasparo” frente a la cámara, vacunándose junto al resto de los vecinos por que su equipo de gestión lo concretó, con una foto. Esa es su política, en ese instante, en ese momento (la de la provocación) pero que se hace potente por cómo son leídos los hechos políticos en esta época, es decir, a través de la massmediatización.
Pero la verdad es que el “chispazo” prendió el “fuego” y produjo lo que políticamente es importante y sin duda lo buscado, dejar al descubierto, al desnudo, a escala mundial (sí no exagero) a aquellos que se opusieron a la vacuna Sputnik V por su origen, la vacuna “rusa” la llamaron. A los que vociferaban que se estaba envenenando al pueblo (con denuncia penal incluida) y que no se la aplicarían porque era un negocio de Putín y Cristina. La provocación como arma de lucha política.
El gran provocador logró su objetivo en una dimensión que tal vez sólo él pudo prever.
Horacio Santiago Rebón
DNI Nº 11.601.269